El histórico líder petrolero Guillermo Pereyra le manifestó a YPF que sus afiliados tenían un reclamo claro: falta personal y la actividad está tomando vuelo. Esto implica que muchas empresas de servicios, por orden de las operadoras, aceleran los trabajos de perforación y de fracking en los bloques de Vaca Muerta. Esto motivó una discusión que todavía espera su resolución hacia la semana que viene.
YPF es la mayor compañía dedicada a la explotación de la roca shale. A lo largo del 2020 tuvo que bajar la actividad, reducir a cero las etapas de fractura y desarmar sus rigs de perforación. Pero en el último tramo del año pudo retomar su vuelo y la tendencia parece sostenerse en 2021. De hecho, concentró 291 etapas de fractura de las 662 realizadas en enero, un número que no se veía desde mediados de 2019, según un informe realizado por Luciano Fucello, country manager de NCS Multistage.
“No cumplen con las dotaciones mínimas”, sostuvo Pereyra en un pronunciamiento a principios de febrero, quejándose de que muchas empresas se jactan del récord de tiempo de completación de etapas de fractura (se llegaron a hacer 13 en 24 horas). “Eso afecta a la salud física y mental del trabajador. No se puede buscar batir récords a costa de reventar a la gente”, manifestó el secretario general del Sindicato del Petróleo y Gas Privado de Río Negro, Neuquén y La Pampa.
El acuerdo por ahora es establecer periodos de descanso entre etapa y etapa de fractura o luego de maniobras pesadas en el montaje de un perforador. Esto hasta que haya una audiencia que resuelva la situación de fondo, que sería la incorporación de un hombre más a cada tarea. Todavía quedan 1300 trabajadores en stand by, suspendidos con el sueldo reducido, a la espera de que los convoquen para cumplir tareas en los yacimientos.
En el sector son Halliburton, Schlumberger, Baker Hughes, Calfrac y Weatherford las compañías de servicios petroleros que manejar la mayor parte del negocio del fracking. Las operadoras que más requieren de sus herramientas son YPF, Tecpetrol, Pan American Energy, Shell y Total. Todas ellas están dentro del Plan Gas.Ar, por lo que la producción gasífera tendrá un rol protagónico en la industria en los próximos meses.
EL PANORAMA EN CHUBUT Y SANTA CRUZ
En la Cuenca del Golfo San Jorge, YPF también es el centro de atención del frente gremial. El dirigente chubutense Jorge Ávila viene cuestionando la reducción de la actividad, en participar en perforación. Es que con la recuperación terciaria no hace falta montar equipos de perforación, por lo que su mayor movimiento en áreas como Manantiales Behr no necesariamente implica la necesidad de más recursos humanos.
“YPF lo único que hace es tratar de sobrevivir, sacando el petróleo que tiene y llevárselo”, dijo en declaraciones a la radio del sindicato, La Petrolera de Comodoro Rivadavia. “Uno se pone a pensar si la gente que asume sabe realmente de petróleo. Para mi saben más de política que de petróleo”, apuntó el referente del Sindicato del Petróleo y Gas Privado de Chubut ante los cambios en la cúpula que vivió la compañía en medio de la reestructuración de la deuda.

El cambio de presidente en YPF, de Guillermo Nielsen a Pablo González, también provocó algunos cuestionamientos. Ávila indicó que esperará, pero que no le gusta este tipo de cambios tan bruscos. En el sindicato de Santa Cruz dicen que no hablan con González desde hace mucho. Es que el ex vicegobernador de Alicia Kirchner tiene que esperar a asumir para poder hablar, sin que tiemblen los mercados o se despierte algún tipo de mala interpretación ante los acreedores -después de arreglar la deuda para marzo, viene un vencimiento de u$s 1000 millones para mediados de año.
Mientras tanto, en el lado santacruceño el gremio que comanda Claudio Vidal también tiene sus quejas hacia YPF y Sinopec, las dos principales operadoras de la zona norte de la provincia. Fue el gremio que rechazó el acuerdo de suspensiones en el marco del 223 Bis de la Ley de Contrato de Trabajo hasta último momento. Por estas semanas, el dirigente sindical señala a empresas como de servicios de las operadoras mencionadas por liquidar mal los sueldos.
El contexto para el frente sindical cambió, pero sigue siendo una negociación permanente. De la incertidumbre que provocó la pandemia del coronavirus, con miles de puestos de trabajo en riesgo, a la vuelta a una estabilidad que podría requerir de esa mano de obra que actualmente está en sus casas, con sueldos recortados y esperando la posibilidad de volver a trabajar a turno completo.