El Gobierno viene dialogando en las últimas semanas con varios mandatarios provinciales sobre la definición de una nueva fase de cuarentena.
De acuerdo a lo que publicó Infobae, en la Casa Rosada expresan que en el nuevo período de aislamiento se buscaría combinar el reclamo de las provincias para abrir actividades turísticas al mismo tiempo que proteger el sistema sanitario en aquellos lugares en que no disminuyeron los contagios.
Si bien en el AMBA la intención es avanzar hacia una flexibilización mayor que permita el eventual pasaje del aislamiento obligatorio al distanciamiento, en al menos 10 provincias la situación de pandemia se mantiene con una “meseta alta” y esto implicaría una severa dificultad para flexibilizar la cuarentena.
En el listado de provincias que hoy están en la “línea roja” de coronavirus aparecen Tucumán, Santa Fé, Mendoza, Chubut, Santa Cruz, Córdoba, Salta, Neuquén, San Luis y Río Negro. En la mayoría los niveles de ocupación de camas de terapia intensiva se encuentra en el orden del 80% promedio y los casos de contagio no han bajado o la curva descendente es muy leve.
No está claro si en esas provincias seguirá desde el lunes el mismo sistema de cuarentena o si el Gobierno marcará un “esquema mixto” en función de los reclamos que hubo de varios gobernadores en las últimas horas para que haya una apertura. Esto es: la apertura de actividades recreativas y habilitación de actividades turísticas en algunas localidades y el cierre en aquellos lugares donde aún haya niveles de contagio de COVID-19 elevados.
“En el interior del país el virus se diseminó más allá de las ciudades, llegó a pequeños pueblos, y es razonable que eso ocurra mientras siga el tránsito de personas, porque como siempre digo, nosotros vamos hacia el virus”, había detallado hace 15 días el presidente, en su última intervención. Esta idea no cambió demasiado y el escenario sigue igual en buena parte del interior.
En esa línea, Alberto Fernández, el ministro de Salud, Ginés González García; el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero y el resto del equipo evalúan que el aislamiento obligatorio en al menos 10 provincias se mantendría aunque sólo en aquellas localidades que tienen niveles altos de contagio. Se permitiría esto para que haya un flujo controlado entre una provincia y otra para el verano.