El presidente de Perú, Martín Vizcarra, que hizo de la lucha contra la corrupción su principal bandera, navegando a contracorriente de la clase política, fue destituido por el Congreso, durante un segundo juicio de destitución en dos meses. Se alcanzaron los 105 votos a favor sobre un total de 130 congresistas, cuando el mínimo necesario era de 87. Este martes debe asumir el presidente del Congreso, Manuel Merino.
“Rechazo enfática y categóricamente estas imputaciones”, remarcó Vizcarra y agregó que “no he cobrado soborno alguno”.
La tenacidad y honestidad que predica le ayudó a librarse del primer proceso de destitución, que lo tuvo contra las cuerdas el 18 de septiembre por aparentemente inducir a mentir a dos colaboradoras en investigaciones del Parlamento y la Fiscalía por unos cuestionados contratos con un cantante.
Aunque su imagen quedó mellada y su poder debilitado, sobrevivió para hacer frente en los ocho meses que le quedan de mandato a los problemas que marcan su agenda: pandemia, recesión económica, un brote de difteria y las elecciones de abril de 2021, en las que no puede ser candidato.
Sus adversarios en el Congreso alegan que habría recibido coimas cuando era gobernador. Los montos de los supuestos sobornos ascienden a 2,3 millones de soles (unos 623.000 dólares), en un caso investigado por la Fiscalía desde 2018, pero que recién ahora ganó notoriedad por unos reportajes de prensa.
Fuente: Clarín