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Galileo, el caballo que batió un récord como padrillo y vale más que Lionel Messi y Cristiano Ronaldo juntos

Según el sitio estadístico alemán Transfermarkt, que recopila información del mundo del fútbol y se especializa en el valor del mercado vigente de los jugadores, Lionel Messi se cotiza en 100 millones de euros y el portugués Cristiano Ronaldo, en 60 millones. Para el diario británico The Sun, cada servicio del padrillo Galileo se estima en alrededor de los 670.000 de la misma moneda y, en virtud de lo que han producido sus decenas de crías que nacen anualmente hasta convertirlo en leyenda, en el libro de pases su valor estaría por encima de los 200 millones. Más que aquellas dos estrellas juntas.

El caballo estuvo apenas un año en competencia, con notable suceso, y luego se convirtió en el más prolífico de la historia en cantidad de hijos ganadores de grandes premios en todo el mundo. Cuando ingresó a la producción en 2002, presentarle una yegua valía 50.000 libras. Cinco años más tarde, con sus primeras crías dejando una huella muy pronto, la preñez subió a 150.000 euros. Desde 2008 hasta la actualidad, cada salto ha pasado a ser un tema privado, donde el haras se reserva gran cantidad de ellos y el resto lo comercializa con socios preferenciales. Con el paso del tiempo, se convirtió en un semental más buscado que la vacuna del Covid-19.

Los servicios de Galileo no sólo no están en oferta públicamente, sino que cuando sus crías salen al ring de ventas los corazones de los propietarios y criadores laten más fuerte que en cualquier otro momento de la temporada por la esperanza de acceder a algún descendiente. Con 89 hijos ganadores de clásicos de Grupo 1, superó la barrera de la imaginación y los 84 que había marcado como hito Danehill, otro padrillo de la misma cabaña que murió en 2003.

Lo de este caballo de 1,60m de alzada y manchas blancas en la cara y la pata izquierda es mágico. Su padre, Sadler’s Wells, dio a más de 2000 ganadores y había sido el padrillo más exitoso de la historia británica. Galileo llegó para despojarlo. Su madre, Urban Sea, es una de las pocas yeguas que vencieron en el Arco de Triunfo, en París, y parió a otros tres vencedores premium.

El zaino nació en Irlanda el 30 de marzo de 1998 y a pesar de su corta trayectoria, fue brillante: ganó sus primeras seis carreras en nueve meses, la del debut por 14 cuerpos. Fue retirado tras su único fracaso, en la Breeder’s Cup Classic (G1-2000m) de Belmont Park, al cruzar el océano Atlántico para competir en Nueva York, 364 días después de su primera competencia. Fue la única vez que dejó las pistas de césped para competir sobre arena. Obtuvo ganancias por 1.6 millones de libras.

Como padrillo, año tras año fue superando las expectativas y aplacando el dolor en el haras por la pérdida de Danehill. De proyecto a jefe de raza a la velocidad que se viaja por una montaña rusa. Noel Stapleton, su padrillero en Coolmore, dice que “es una criatura de hábitos, tiene un comportamiento de caballero y creo que sabe lo importante que es”. Nadie pasa más tiempo junto a Galileo desde que el semental quedó en Irlanda en 2012, luego de algunos años en los que el caballo alternó un semestre allí y el otro en la sucursal australiana, en Nueva Gales del Sur.

Operado de un cólico que puso en riesgo su vida en 2008, Galileo sigue desparramando de campeones las pistas de todos los continentes. Entre sus hijos está Frankel, que ganó sus 14 carreras entre agosto de 2010 y octubre de 2012 y recibió el rating más alto (140 puntos) de la Federación Internacional en la historia del deporte. El Derby de Epsom de 2019 ofreció la particularidad de que era el padre, abuelo o bisabuelo de 12 de los 13 participantes y la madre del restante estaba en el haras con una cría suya en el vientre.

Fuente: La Nación.

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