Lewis Hamilton hubiera ganado el título en Turquía con un abandono, podría haber igualado al mito de Schumacher con una actuación intrascendente. Pero el nuevo heptacampeón estuvo a la altura de la gesta a la que se acercaba en unas condiciones terribles para el automovilismo, sobre un asfalto impracticable y con lluvia intermitente. Hamilton fue este domingo, en Estambul, el mejor piloto de su generación. El único capaz de aguantar cincuenta vueltas con el mismo neumático. El que aventajó en más de medio minuto a todos los demás haciendo una parada menos.
Todos saben en la Fórmula 1 que una vez que Hamilton marca al ritmo ya es muy difícil moverlo de su eje. Y en el tramo final de la carrera, pese a las dudas con sus neumáticos, el británico espantó cualquier posibilidad de que se le acercara Checo Pérez. Detrás del mexicano, Charles Leclerc y Sebastian Vettel escribían una de las mejores páginas del año para Ferrari. Y al final, en una disputa entre los tres en la que por momentos Leclerc se puso segundo, Pérez se mantuvo y Vettel logró el último escalón del podio.
De esta manera, el británico igualó hoy el récord de siete campeonatos del alemán Michael Schumacher en la Fórmula Uno, luego de coronarse en la decimocuarta fecha de la temporada 2020.