Nadie suponía lo que ocurriría días después de la apertura de la Asamblea Legislativa 2020, la pandemia del Covid-19 que paralizó al mundo, y fueron postergaron los planes gubernamentales de Alberto Fernández a dos meses de haber asumido su mandato por aquel entonces.
Luego del ASPO (Aislamiento Social Preventivo Obligatorio) que comenzó el 19 de marzo del 2020; el Congreso retomó sus actividades vía remota recién en el mes de abril con reuniones informativas con ministros, luego llegó la primera sesión remota de la historia en el mes de mayo, solo acotada al tratamiento de temas urgentes como los DNU del Poder Ejecutivo la mayoría relacionados a medidas de emergencia en materia de salud, sanitarias y económicas. Lo cierto es que la Ley Petrolera como también se la llamó no llegó al Parlamento, por temas de agenda a nivel salud que superaron todas las expectativas.
Tampoco es un tema que se haya enviado para debatir en extraordinarias, donde la prioridad del Gobierno está enfocada en la economía, la aprobación del fortalecimiento de la deuda pública en sesiones extraordinarias, que se vienen postergando y es clave para sentarse a finalizar las negociaciones con el FMI -44 mil millones de dólares de la gestión anterior- que en el Gobierno estiman sea antes de mayo, fecha límite para cerrar acuerdos con el Club de Paris.
Con todo, altas fuentes parlamentarias, informaron a Metadata que el ministerio de Producción que encabeza Matías Kulfas estaría preparando un borrador sobre una nueva ley petrolera para reactivar este sector y recuperar la caída del 2020 producto de la pandemia.
La ley que había sido anunciada por Alberto Fernández en la apertura del período ordinario 2020 sería enviada al Parlamento en sesiones ordinarias del 2021, es decir luego del 1 de marzo, donde el primer mandatario nacional asistirá al Congreso para la apertura del trabajo legislativo de este año y en la Asamblea Legislativa.
La Ley de Hidrocarburos que el Presidente había anunciado que enviaría al Parlamento durante el 2020, tenía dos ejes principales: aumentar las inversiones en el sector e incentivar las Pymes, lejos de lo que ahora promueven algunos medios nacionales que hablan sobre la “estatización” de YPF.
El plan de aquel momento, en suspenso por la pandemia pero nunca anulado y con la decisión de reactivarlo, apunta a la motorización de los empleos, desarrollo de la tecnología y fortalecimiento de las empresas del sector.
Recordemos cuáles fueron las palabras exactas de Alberto Fernández en el Congreso el pasado 1 de marzo de 2020: “Enviaré a este Congreso un proyecto de Ley para el desarrollo hidrocarburífero que promueva y estimule la inversión nacional e internacional en el sector. Y que facilite el desarrollo de la cadena de valor industrial, tecnológico y de servicios que nos permita crear cientos de miles de empleos directos e indirectos en los próximos años”.
Según fuentes consultadas, hoy es impensable hablar de “estatización” ya que la petrolera nacional depende de las inversiones. En este momento se renegocia una deuda que tiene la petrolera de bandera nacional por 6 mil millones de dólares.
La administración de Alberto Fernández no le pierde pisada al tema hidrocarburífero en nuestro país, el último cambio fuerte en esta materia fue en la presidencia de YPF, gestionada por Guilermo Nielsen quien renunció al cargo y ahora los destinos de la petrolera de bandera nacional estarán comandados -una vez que asuma- el ex diputado santacruceño Pablo González, que ya presentó su renuncia a su banca como diputado nacional, integrante del bloque del FdT en la Cámara baja y quien supo ocupar lugares estratégicos en política desde épocas del ex presidente Néstor Kirchner.
En la próxima sesión extraordinaria, la Cámara de Diputados se debe aceptar la renuncia del ya ex legislador patagónico y tomarle juramento al segundo en la lista, Jorge Verón, ex concejal de Río Turbio, provincia de Santa Cruz y candidato a intendente en las elecciones del 2019.