Suena fuerte, pero un joven de 33 años oriundo de Trelew, fue clave para la nueva reconfiguración dentro del Senado de la Nación, un lugar donde hasta hace cuatro días, la dos veces presidenta de la Nación tenía el control absoluto.
A la hora de analizar la estrepitosa caída del peronismo a nivel nacional, pero principalmente en Chubut, existen diversos factores.
La primera de ellas, fue que los dos espacios de Chubut representados por el kirchnerismo y sus aliados fueron por caminos separados.
El gobernador Mariano Arcioni, afín al Gobierno de Alberto Fernández por la participación de su jefe político, Sergio Massa, en la alianza de Gobierno, utilizó al igual que en 2019, el partido provincial creado por Mario Das Neves para llevar a sus propios candidatos.
El Partido Justicialista, también hizo su propio camino: La herramienta electoral fue el Frente de Todos, el partido nacional oficial por el que fueron los candidatos del albertismo y el kirchnerismo.
En las reuniones donde participaron todos los “caciques” del peronismo de Chubut, entre ellos Juan Pablo Luque, los mellizos Sastre, Adrián Maderna, Gustavo Mac Karthy, Carlos Linares, los empresarios Cristóbal López y Jorge Aidar Bestene y un puñado más de dirigentes de ese grupo selecto, coincidieron que en las elecciones legislativas de 2021 el Frente de Todos no le daría lugar a Arcioni.
La conclusión estuvo fundada en que el gobierno provincial atravesaba uno de sus peores momentos, con deuda salarial, falta de liderazgo político, con el escándalo en Lago Puelo tras la visita del presidente de la Nación, con frente abiertos por todos lados en el plano gremial, movilizaciones, cortes de ruta, sin clases prácticamente por tres años y medio y un Ejecutivo sin rumbo.
Frente a esto y con una relación tensa entre Arcioni y Luque y un vínculo bipolar entre el gobernador y el vicegobernador Ricardo Sastre, el oficialismo provincial tomó su propio camino, se escudó detrás de Chubut Somos Todos y presentó sus propios candidatos.
Tras el revés electoral de las PASO para ambas fuerzas, desde Nación desplegaron un operativo para que Arcioni baje a sus propios candidatos y apoye al Frente de Todos ante la fuerte posibilidad de que las elecciones del último domingo provoquen un sismo político en el Senado, situación que finalmente ocurrió.
Además de las desavenencias de las diferentes vertientes del peronismo en la política doméstica de Chubut, la gestión nacional ayudó a consolidar el triunfo de la alianza del PRO y la UCR en gran parte del país.


Las diferencias entre Alberto Fernández y Cristina Kirchner, la intromisión en el manejo político de la vicepresidenta, el manejo de la pandemia y el impacto que tuvo en la economía, la inflación, la pobreza, el desempleo, la celebración en Olivos, los vacunatorios vip y ese discurso confrontador que da la sensación de que están “retando” a la gente, terminó de confluir en una oportunidad histórica para Juntos por el Cambio, que no fue desaprovechada.
POR SEPARADO, SACARON MÁS VOTOS QUE JUNTOS POR EL CAMBIO
Con el diario del lunes, todo es más fácil y sencillo de analizar o de pasarlo por el tamiz electoral.
Lo cierto, es que Ignacio Torres del PRO y Edith Terenzi de la UCR sellaron una elección con el apoyo de 110.978 chubutenses. Con esa cifra, cualquier dirigente político que haya participado en una elección conoce que, con más de 100.000 votos, un candidato tiene grandes posibilidades de ganar.
El Frente de Todos con Carlos Linares y Florencia Papaiani como candidatos cerraron una elección con 82.609 votos, una diferencia de 28.369 votos con la lista ganadora que encabezó Torres.
Pero veamos. El otro espacio peronista de Chubut, integrado por el oficialismo provincial, cosechó con Federico Massoni y Rosa Muñoz un total de 29.927 votos en las elecciones del domingo pasado.
Carlos Linares Federico Massoni
La política no es lineal y las elecciones menos aún. La voluntad de la gente desde hace tiempo no puede ser detectada ni por los analistas, ni por las consultoras. Los errores de cálculos son groseros.
Más allá de no ser lineal, si se suman los votos de Linares y Massoni, el peronismo logró por separado un total de 112.536 votos, 1.558 más que los de “Nacho” Torres.
Es imposible y hasta estéril analizar o trazar simulaciones de algo que no ocurrió, pero lo que es seguro, es que si el Frente de Todos y Chubut Somos Todos hubiesen unificado fuerzas, la elección hubiese sido mejor.
EL HORIZONTE Y UN CAMINO DE DIÁLOGO
El impacto de las elecciones de este domingo fue exponencial para el Gobierno nacional y para el peronismo chubutense. Las elecciones de medio término fueron una encuesta real del humor de la sociedad y, a su vez, la antesala de la lucha por el poder en 2023 en la provincia del Chubut.
La derrota del peronismo en los principales distritos de Chubut encendió las alarmas. La reconfiguración no solo deberá ser a nivel provincial, sino primero, en el ámbito local.
Puerto Madryn y Trelew fueron dos ciudades en donde el peronismo no hizo pie. Si bien los intendentes no fueron como candidatos, llevaban en la boleta tropa propia.
Más en Puerto Madryn, donde Eugenia Alianiello, que es concejal, fue la secretaria de Desarrollo Social en la gestión de Ricardo Sastre. Es una funcionaria del riñón del sastrismo y no solo no ganó en su localidad, sino que quedó muy lejos de Juntos por el Cambio.
Comodoro Rivadavia “salvó la ropa” a cuentagotas. Ganó en la categoría a senadores por poco más de 1.000 votos y perdió en Diputados por 74 sufragios.
A diferencia del resto de los intendentes peronistas, Luque se puso el overol y salió de la comodidad, para respaldar a los candidatos que llevó el Frente de Todos. Esa imagen fue captada por Nación y sumó “un poroto más” de cara a 2023.
Los intendentes deberán acomodar los melones en sus distritos, para luego, comenzar con el armado provincial. Faltan dos años, pero el tiempo siempre es corto, más aún con una derrota electoral.


Por su parte, el arcionismo moverá las piezas en el gabinete para relanzar la gestión en sus últimos dos años al frente de la Provincia.
La economía ya tomó una senda superavitaria como publicó en exclusiva Metadata, los ingresos de las tres fuentes principales vuelan, el precio del petróleo sigue su escala ascendente y desde la cartera de Economía buscarán consolidar ese equilibrio.
No habrá descontrol en el gasto, buscarán paritarias acordes a lo que se puede pagar y, en lo posible, ajustadas por inflación.
En lo político, Arcioni busca ministros en territorio, cerca de la gente. Más peronismo, lo definen algunos.
En el Gobierno nacional pedirán que de cara a 2023, el peronismo y el oficialismo provincial unifique criterios y dejen las banalidades a un lado: Está en juego el poder nacional y local, nada más, ni nada menos.
Frente a esto, el presidente de la Cámara de Diputados de la Nación, Sergio Massa, jugaría un rol preponderante en el intento de acercamiento de las partes.
Chubut Somos Todos y el PJ no son lo mismo, pero van hacia el mismo lugar.