Mario Terán, el militar boliviano conocido por haber ejecutado a Ernesto “Che” Guevara en octubre de 1967, murió a los 80 años tras una larga enfermedad, informaron sus allegados.
“Estaba desahuciado y acompañamos sus últimas horas. Tuvimos una buena relación, era un oficial responsable que cumplió una orden superior, pero vivió con un perfil bajo”, dijo el general retirado Gary Prado, quien comandó el pelotón que capturó con vida a Guevara en la selva del sudeste boliviano tras nueve meses de acciones guerrilleras.
“El simplemente cumplió con su deber como suboficial del ejército”, dijo Prado a radio Compañera de Bolivia.
Guevara, al momento de ser fusilado, tenía 39 años (había nacido en 1928) y había sido parte de la exitosa revolución cubana, que derrocó al régimen pro norteamericano de Fulgencio Batista.
Prado es uno de los pocos sobrevivientes de aquella lucha contra la guerrilla que duró nueve meses, pero marcó la historia de este país y del continente y encumbró a Guevara, un argentino que luchó en la revolución cubana, al rango de mito.
Terán falleció en la región oriental de Santa Cruz, donde será velado. Tenía esposa y dos hijos.
El militar contó años después a periodistas los momentos previos al fusilamiento: “Fue el peor momento de mi vida. Vi al ‘Che’ grande, muy grande, enorme. Sus ojos brillaban intensamente”, narró.
“Sentía que se echaba encima y cuando me miró fijamente, me dio un mareo. Pensé que con un movimiento rápido el ‘Che’ podría quitarme el arma. ‘Póngase sereno -me dijo- y apunte bien! Va a matar a un hombre!’ Entonces di un paso atrás, hacia el umbral de la puerta, cerré los ojos y disparé”, completó entonces.