Lucía Paredes, una instructora de esquí y el empresario Willy Paats exhibieron un amplio abanico de falencias de la administración de La Hoya que es gerenciada por Nicolás Herrera.
La privatización del centro de esquí La Hoya nació con un manto de dudas. En 2019, cuando se llevó acabo a la concesión de la explotación, hasta ese momento en manos de Corfo, aparecieron denuncias de que la adjudicación estaba repleta de irregularidades y, principalmente, hecha a medida de los dueños de la empresa de transporte, Vía Bariloche.
En el medio quedó Herrera, el hombre de confianza de la firma en Chubut, que fue la cara visible de las negociaciones para quedarse con la explotación del Centro de Actividades de Montaña La Hoya.
El viernes pasado, varios turistas que accedieron a las instalaciones de La Hoya y a sus pistas de esquí quedaron varados y, a partir de eso, comenzaron fuertes reclamos de diversos actores vinculados al sector turístico.
“Tuvimos un episodio en La Hoya con gente que se quedó varada. Esas cosas hay que superarlas, hay que estar organizados para que no pasen, lo mejor que puede hacer la Provincia es ponerle los puntos a la empresa, pedirles responsabilidad e infraestructura adecuada”, disparó el empresario Willy Paats.
Por su parte, Lucía Paredes, fue más cruda y habló de irresponsabilidad, negligencia y hasta dejó entrever que La Hoya funcionaba mucho mejor cuando era administrado por Corfo que por el grupo de la familia Trappa.
“El viernes tendría que haber evacuado el cerro a las 15 horas, fue un caos, fue una mala decisión de la empresa abrir el cerro muy tarde, nevaba mucho y la gente seguía subiendo, estaba anunciada la tormenta. Las cosas no están funcionando correctamente”, sentenció Paredes.
Paredes confesó que es instructora de esquí de toda la vida y remarcó que el viernes pasado estaba previsto la llegada de la nieve, pero llamativamente La Hoya “recién comenzó a operar al mediodía. No sé si por falta de personal u otra cuestión”, lamentó en diálogo con FM Del Lago.
Sin vacilar, Paredes definió que “es un invierno triste porque es temporada alta donde debería estar todo abierto y no es así”.
“La Hoya es de la gente de Esquel y estaba mejor cuando la manejaba CORFO, ahora es privado y no hacen nada”, arremetió la instructora de esquí.
Por último, dijo que lo ocurrido el viernes “es por falta de idoneidad de quienes manejan La Hoya” y agregó que “más allá del esfuerzo que le ponen los trabajadores, tienen 5 personas cuando deberían trabajar muchos más”.