Las brechas de ingresos no son homogéneas en todo el territorio nacional. Por ejemplo, al sur de la provincia del Chubut, en Comodoro Rivadavia y Rada Tilly, una mujer tiene un ingreso promedio mensual de $ 99.711, mientras que un varón alcanza los $ 189.380.
Esta cifra transforma a la ciudad petrolera y a Rada Tilly en la zona del país más desigual en cuanto a los ingresos entre varones y mujeres, estableciendo un diferencial del 47,3% en favor de los hombres.
Para diagnosticar los motivos de estas asimetrías territoriales, resulta útil poner la lupa en otro de los fenómenos que contribuyen a las inequidades estructurales del mercado de trabajo como es la participación que tienen las mujeres en determinadas ramas de actividad económica.
“Históricamente, cuando las mujeres acceden al mercado de trabajo, que como hemos visto lo hacen de manera limitada, se incorporan mayoritariamente en determinados sectores. Suelen tener mayor representación en aquellos relacionados a tareas de cuidado, que son a su vez, los menos dinámicos y con remuneraciones más bajas”, sostiene el informe del CEPA.


Por ejemplo, durante el tercer trimestre de 2022, las mujeres explicaron el 72,8% del sector “Enseñanza” y un 67,9% del empleo en servicios sociales y de salud.
El caso más ilustrativo de este fenómeno es el trabajo en casas particulares, sector en el cual las mujeres explican el 96,3% del empleo. No casualmente, este sector es de los peores remunerados y de mayor informalidad de la economía.
En segundo lugar, en la brecha de ingresos entre varones y mujeres se encuentra Río Cuarto, en donde el salario promedio de un hombre es de $ 97.199 y el de las mujeres de $ 63.924, registrando una diferencia del 34,2%.
El podio lo cierra el conglomerado San Nicolás – Villa Constitución con una brecha del 31,5%: Los varones tienen ingresos promedio de $ 94.314 y las mujeres de $ 64.589.