Francia aprobó hoy un decreto que prohíbe los vuelos internos de corta distancia si ese mismo trayecto se puede realizar en tren en menos de dos horas y media, una política que busca reducir la emisión de gases de efecto invernadero en el marco de la lucha contra el cambio climático.
“Los servicios de transporte aéreo regular de pasajeros prohibidos por el capítulo II del artículo L.6412-3 del Código de Transporte incluyen los que pueden ser reemplazados por el servicio ferroviario, por una ruta menos de dos horas y media en cada dirección”, destaca el documento, recogido por las agencias de noticias Sputnik y AFP.
Las excepciones son los vuelos de tránsito. Además, el punto de salida y llegada del tren debe hallarse en la misma ciudad a la que se planeaba el viaje aéreo.
En la práctica, los vuelos que cumplen con los requisitos son los que conectan París con Nantes, Lyon y Burdeos.