“Sí, tuvimos que hacer una pausa”, dijo a McCarthy a la prensa en el Capitolio, al ser interrogado sobre la situación de las tratativas, al tiempo que la Casa Blanca señaló poco antes que persisten “reales diferencias” entre las dos partes para subsanar la crisis.
“No podemos gastar más dinero el próximo año” fiscal, sostuvo el republicano, en medio de una pulseada con la administración de Biden que se extiende desde hace semanas, cuando se acerca la fecha del primero de junio y Estados Unidos podría entrar en una inédita moratoria.
Los republicanos continúan insistiendo en que el presidente debe recortar el gasto público si quiere obtener su apoyo para subir el techo de endeudamiento del país, un tope cuyo aumento o suspensión es resorte del Congreso.
Por su parte, los demócratas sostienen que las dos cosas no pueden ligarse y quieren un aumento de la capacidad de emisión de deuda sin condiciones.
La Casa Blanca reconoció hoy las dificultades de avanzar con sus contrapartes republicanos.
“Hay reales diferencias entre las partes en temas presupuestarios y las conversaciones serán difíciles”, dijo un funcionario de la Casa Blanca en una declaración previa a la de McCarthy, según consignó la agencia AFP.
“El equipo del presidente está trabajando duro para encontrar una solución bipartidista razonable que pueda ser aprobada por la Cámara (de Representantes) y el Senado”, añadió.
El mandatario estadounidense, que se encuentra en la cumbre del G7 en Japón, acortó su gira por Asia para regresar antes a Washington y tratar de obtener un acuerdo.